Nacemos, crecemos y morimos. Sabemos que en algún momento de nuestra vida pasaremos por el proceso de la muerte. Sin embargo, la mayoría de las personas tenemos miedo a morir, como si se activara en nuestro interior. Una pregunta:

- ¿Cómo será la mía y cuándo?

Tenemos miedo a morir, ya sea por enfermedad o por violencia, pero no sólo sentimos este miedo a nuestra propia muerte, también lo sentimos cuando perdemos a alguien muy importante en nuestras vidas, como un familiar, un amigo, en definitiva, una persona cercana y que nos importa. Algunas personas viven siempre con un pico de estrés, desencadenando cierta ansiedad, por lo que el "botón de alarma" se enciende en nosotros. ¿Por qué sentimos este miedo?

¿Qué hay más allá de la muerte?

Son preguntas que están muy presentes en nuestra existencia y creo que aún no tienen respuestas absolutas. Naturalmente, intentamos evitar la muerte aunque sabemos que ocurrirá en algún momento.

Debemos afrontar este proceso de forma sana. La religión, por ejemplo, es una forma en la que muchos buscan una respuesta, porque encontramos en la fe un consuelo, un apoyo que nos fortalece y es en la fe donde se destruye este miedo porque creemos en una vida plena y así encontramos la respuesta a nuestras dudas, pero aún teniendo el consuelo de la religión siempre es importante buscar ayuda de un profesional médico cualificado para que pueda tratar este "MIEDO"  

Pero no creo que todo el mundo encuentre la respuesta en la religión porque hay personas que son escépticas, que no creen en nada y estas personas buscan otras formas de curar este miedo, la mayoría de las veces buscan ayuda profesional. Nuestra vida tiene que tener sentido, tenemos que tener metas que la hagan llena de ideales, sueños, planes, valorando cada momento, pero ¿cómo?

- Vivir bien con la gente y contigo mismo, sintiéndote satisfecho de ayudarte a ti mismo y a otros que puedan necesitarlo. Busca tu bienestar, vive intensamente, porque así no tendrás tiempo ni siquiera ganas de pensar en la muerte, porque estarás centrado en la vida y no en la muerte.