¿Te crees más importante, más guapo, más inteligente que los demás? ¿Tiendes a alardear de tus cualidades y a creerte mejor en todo? La vanidad siempre ha existido desde el principio de los tiempos, sólo que hoy en nuestra sociedad está presente en nosotros de una forma absurdamente exagerada.

Cuidarse es saludable, pero hay límites para no sobrepasar la normalidad. Cuando necesitamos aparentar más de lo que realmente somos, puede desencadenarse en nosotros un proceso de desequilibrio emocional que hay que cuidar. Hay casos de personas que no aceptan su cuerpo y buscan constantemente cambiar su apariencia.

He aquí algunos ejemplos:

-Hacer dietas absurdas

-Someterse a tratamientos de belleza

-Cirugía plástica

Siempre en busca de la "belleza perfecta", no se sienten felices como son, señalando así un problema de autoestima. Cuando una persona sólo ve que necesita ser perfecta, la mejor en todo, poniendo en riesgo su salud, en busca de la apariencia física que cree perfecta, rozando el extremismo, es muy peligroso y necesita ser tratado. Todo lo que es exagerado es riesgoso.

¿Conoces la analogía entre la medicina y el veneno? Si tu apariencia es más importante para ti que tu carácter, tus cualidades, es hora de que revises tus conceptos de la vida y trabajes en esto dentro de ti. Normalmente aquellos que creen que necesitan ser perfectos, tener una apariencia perfecta, ser los más deseables, los más inteligentes, pueden tener una historia de rechazo o abandono que necesita una mirada más profunda y si es posible puede ser tratada.

Cuando una persona se pone en un nivel superior al otro, sobrevalorando su apariencia, cualidades y habilidades, suele volverse engreída y arrogante. Siempre hay que tener sentido común y aceptarse a uno mismo. Cuidarse es muy saludable, pero nada más que lo normal y sin pensar que es necesario ser el más bello y el mejor en todo para ser amado, deseado y feliz. Es importante revisar tus conceptos y actitudes, porque el sufrimiento es grande cuando descubres el vacío que existe dentro de una persona extremadamente vanidosa.

Reflexiona.