En un mundo en el que la apariencia está muy presente, ver y valorar nuestra belleza natural es realmente un regalo que nos hacemos a nosotros mismos.

El concepto de belleza siempre ha sufrido cambios, siempre siguiendo la moda, valorando lo que encajaba dentro de los "estándares" de la moda mundial.

Lo que hoy se pone de manifiesto es el valor y la importancia de lo que llevamos dentro, y con esta mirada más precisa aceptamos lo que somos.

Cuando no aceptamos bien nuestra belleza natural, tanto interna como externa, solemos adoptar la artificialidad.

Pero, ¿cómo se relaciona la belleza natural con la estética?

Depende mucho de cuánto nos conozcamos realmente y de si también nos valoramos tal como somos.

Un buen ejemplo de ello es cuando nos miramos al espejo y no aceptamos lo que vemos. En ese momento, empezamos a analizar lo que tenemos que cambiar en nosotros, porque creemos que no encajamos en el mundo actual.

¿Nos dejamos influir por los jefes de la estética?

Cuando dejamos de ver nuestra belleza natural en nosotros mismos, también dejamos de ver lo que somos y cómo somos.

No estoy diciendo en absoluto que no debamos utilizar técnicas y procedimientos estéticos, simplemente creo que aceptar nuestra belleza es de suma importancia para el amor propio y que la estética sólo añade y no cambia lo que somos.

Para mostrar a la sociedad una belleza estandarizada, muchas personas adoptan procedimientos que las modifican externamente, otras se esconden detrás de filtros en sus fotos, por lo que acaban esclavizándose a los "estándares" de belleza.

Pero muchas cosas han cambiado, y tanto las mujeres como los hombres han adoptado la naturalidad  y la sencillez de cómo son y viven muy bien con ello.

Adoptar la belleza natural no es una guerra contra el mundo de la estética artificial, es sólo una cuestión de elección.

Libérate, valórate y acepta quién eres realmente.

Sé feliz.