Puede que aún no te hayas dado cuenta, pero eres una persona victoriosa. Pero, ¿eres feliz? Sabemos que cada uno de nosotros mide y califica el "éxito" de forma diferente, porque sentimos sensaciones y expresiones de satisfacción distintas según nuestra personalidad.

Hay personas cuya meta de victoria es ejercer una profesión que les hace felices y realizados, otros se creen victoriosos porque tienen una vida rodeada de amigos leales, otros son victoriosos porque han construido una familia sólida con hijos maravillosos y una pareja que les devuelve todo el amor recibido, en fin, son muchos los calificativos y aspectos que cada uno de nosotros ve como victoria.

Pero, ¿es la victoria la que nos lleva a la felicidad? ¿O es la felicidad la que resulta de nuestra victoria? Creemos que la felicidad siempre será el resultado de la victoria, pero no hay ninguna regla para medir la felicidad, porque la felicidad es subjetiva, cada uno la siente y la expresa de manera diferente, no está estandarizada.

Cuando hablamos de victoria, siempre nos referimos al nivel económico que tenemos, a nuestras posesiones materiales y a nuestra posición en la sociedad. Pero, ¿es ahí donde reside la felicidad? ¿Se ha alcanzado realmente la victoria?

Ser feliz es el objetivo de todos, cada uno de nosotros tiene el suyo, pero el éxito de conseguirlo reside más en cómo lo hacemos que en los objetivos en sí. Cuando nos proponemos mental y físicamente alcanzar la felicidad, sabemos que encontraremos diversos caminos y barreras, pero si estamos decididos y damos pasos firmes, la victoria será segura.

Pero también cuando anteponemos la felicidad a la búsqueda de la victoria, sin duda todo fluirá mejor para que salgas victorioso.

Cuando no nos rendimos ante las barreras, es señal de que estamos centrados en nuestro objetivo de ser felices, por lo que la victoria genera felicidad, o la felicidad resultó de nuestra victoria, porque se alcanzó plenamente, porque nuestro enfoque y persistencia fueron factores relevantes en la construcción de nuestra felicidad plena.

Por lo tanto, no existe ninguna fórmula que indique que seremos felices si somos victoriosos o que seremos victoriosos si somos felices. La respuesta está en nosotros mismos, porque cada uno de nosotros es único y sabe comprender y sentir lo que le hace feliz y pleno.

Lo importante es ser feliz.