La psicología de la publicidad se aplica para atraer a los consumidores a través de la comunicación de elementos visuales (formas, colores, movimientos, tonos) y también emocionales (poder, altruismo, orgullo, entre otros). Los anuncios presentan imágenes atractivas con historias atractivas capaces de persuadir a los futuros consumidores.

Cuando las marcas lanzan un producto, sin duda ya tienen un público objetivo y necesitan que el producto lanzado al mercado se propague, que es donde entran en juego las tácticas psicológicas. Las imágenes y los llamamientos emocionales estimulan el deseo de adquirir el producto anunciado, influyendo directamente en las elecciones de consumo del público.

Pero, ¿cómo construye la marca la publicidad?

Las campañas publicitarias crean una imagen positiva de la marca y destacan los beneficios que el producto anunciado puede aportar a la vida del consumidor, influyendo así en éste para que adquiera el producto de una determinada marca porque cree en las ventajas que puede obtener al adquirir el producto o servicio. Esto puede llevar a las personas a adquirir determinados productos o servicios que ni siquiera necesitan en ese momento, pero de los que se les ha convencido a través de la publicidad.

Las redes sociales han sido muy utilizadas por las marcas para aumentar la visibilidad de sus productos y llegar a un mayor número de personas. Cada momento se emiten innumerables anuncios en las redes sociales que incitan al consumo y que pueden provocar diversos comportamientos en los consumidores, tanto positivos como negativos.

Las campañas publicitarias utilizan estrategias psicológicas para convencer a la gente de que quiera lo que se anuncia. Como forma de comunicación, la publicidad puede propagar un producto, una idea o un servicio. Anunciar productos, ideas y servicios es esencial para que las empresas destaquen en el mercado y su marca sea conocida y deseada por los consumidores, y no hay nada malo en ello. Pero no podemos convencernos de obtener productos sólo por la publicidad sino por la calidad y la necesidad.

Intenta no dejarte influir fácilmente por el consumismo, no todo lo que se ve como necesario y "fantástico" es realmente la verdad.