La convivencia en sociedad nos hace mucho bien, tanto en la familia, que nos hace sentir protegidos y queridos, como con los amigos y en el trabajo, también nos sentimos necesarios, somos parte importante de la construcción del entorno en el que vivimos. Pero hay circunstancias en nuestra vida en las que por alguna razón nos sentimos solos, una soledad que a veces es deseada y necesaria para poner en orden nuestra mente, y otras veces no la deseamos, pero nos encontramos solos, en una soledad que nos produce miedo y tristeza, un sentimiento de abandono.

Hay muchas causas para el miedo a la soledad, pero me gustaría destacar una de ellas, que es el abandono o algún trauma de haber estado solo en algún momento de tu vida que te hizo sentir mucho miedo. A veces tu miedo a estar solo es tan grande que sin ninguna razón te sientes ignorado o abandonado.

Tratar el miedo a la soledad no es fácil, pero es posible. Cuando identificamos el origen del miedo a la soledad, éste se hace más visible para que puedas tratarlo, y la ayuda de un profesional es extremadamente valiosa e importante, porque juntos encontraréis la manera de trabajar los problemas y encontrar soluciones al miedo a la soledad.

Date cuenta de que todos tenemos valores y somos capaces de ser muy felices por nosotros mismos o no. Date cuenta de que no necesitas a los demás para ser feliz. Si te sientes solo, repasa lo que ha pasado y sabrás si fue algo que hizo que la gente se distanciara de ti o si fuiste tú quien, sin darte cuenta, acabaste distanciándote de los demás.

Sólo tú sabes lo que te pasa por la cabeza, así que sólo tú sabrás la respuesta y seguro que sabrás cómo solucionar los problemas si los hay. No pienses que estás solo, que sepas que todo el mundo también tiene compromisos, igual que tú y tienes que cumplirlos, pero hay momentos que puedes aprovechar para relacionarte con tus amigos, familia, en fin, hay muchas formas de vivir bien tanto solo como acompañado.