El acceso a una vivienda digna es un derecho humano fundamental para toda la humanidad, porque todo ciudadano tiene el derecho básico a tener un lugar decente donde vivir, pero esto no ha sido así desde hace muchísimos años. La realidad de tener una vivienda digna sigue estando muy lejos para muchos ciudadanos de todo el planeta.Cuando hablamos de vivienda digna, tenemos que entender que el lugar debe tener condiciones saludables para habitar, como buenas condiciones estructurales con acceso a agua, electricidad, saneamiento básico y sin factores que pongan en riesgo la vida de las personas.

Pero sabemos que en todo el mundo hay viviendas inadecuadas, con problemas como terreno irregular, falta de infraestructuras (saneamiento básico, energía, transporte y telecomunicaciones), lugares insalubres y ninguna seguridad Una vivienda digna es el principio para que cada ciudadano desarrolle sus capacidades y fundamental para que pueda integrarse socialmente para su supervivencia, porque es el mínimo existencial.

La vivienda es uno de los temas más delicados y discutidos en el mundo y se vuelve complejo porque enfrenta obstáculos de la realidad económica y política de cada país. Vemos en todo el mundo personas durmiendo en las calles y aceras, en ambientes totalmente insalubres, sin protección, sin comida, sin salud, en fin sin dignidad alguna y esta situación necesita ser cambiada, no es aceptable que una persona esté absurdamente expuesta a este tipo de violencia y abandono.

Hay una notable falta de políticas públicas que generen una crisis mundial de Derechos Humanos. Sabemos que la desigualdad social es un problema global que lamentablemente acecha a todo el planeta, pero si todos los gobernantes escucharan los clamores de sus pueblos y trabajaran a favor de la humanidad, seguramente esta situación se remediaría.

Los ciudadanos sólo quieren vivir en paz y tener derecho a la sanidad, la educación, el trabajo y una vivienda digna.