La violencia en el ámbito familiar se ha dado con mucha frecuencia en nuestra sociedad y ha tenido un efecto extremadamente dañino en quienes sufren este tipo de violencia. Muchos comportamientos que antes eran aceptados ya no tienen cabida hoy en día, ya que estamos más informados y por tanto somos conscientes de nuestros derechos.
La fuerza física y las agresiones psicológicas están censuradas por los derechos constitucionales de cada país, pero desgraciadamente se siguen produciendo en todo el mundo.

Los daños causados por la violencia en el ambiente familiar son muchos y pueden dejar muchas marcas negativas en quien la sufre. La familia es el primer ambiente en el que participamos activamente, es el lugar donde debemos recibir amor, afecto, seguridad, en fin, bienestar.Cuando hay falta de seguridad, amor y reciprocidad dentro de la familia, el individuo sufre por esta ausencia. Hay ambientes familiares en los que los padres o los hijos y también algunos seres queridos están involucrados con drogas y alcohol, lo que puede aumentar mucho la violencia, que puede ser tanto física como psicológica. 

La violencia física es una violencia que hiere el cuerpo, pero también la psiquis de la persona, dejando marcas que pueden afectar mucho la vida de quien la sufre. Hay bofetadas, puñetazos, golpes, entre muchos otros tipos de agresión, donde hay casos que pueden llevar a consecuencias inimaginables en la vida de la persona que sufre la violencia e incluso pueden llevar a la muerte. Toda violencia física está acompañada de violencia psicológica, porque está acompañada de miedo y rabia.La violencia física parental deja marcas psicológicas hasta el punto de que las víctimas tienen que someterse a tratamiento psicológico porque puede afectar a la salud mental de la persona.Cuando una persona sufre violencia física parental es común ver sólo el lado físico, como lesiones en el cuerpo, pero tenemos que entender que hay lesiones psicológicas que afectan en gran medida la vida de la persona.Alteraciones del sueño, inseguridad, miedo son algunos ejemplos de los daños causados por la violencia parental.

La violencia psicológica parental se produce a través de amenazas, críticas malintencionadas y destructivas, ofensas y humillaciones. Existen innumerables informes de personas que experimentan depresión y una crisis de autoestima y estrés como consecuencia de sufrir agresiones psicológicas parentales. También existe la violencia sexual parental, en la que el agresor utiliza la seducción o las amenazas para conseguir su objetivo, dejando marcas inconmensurables en la vida de la persona agredida. También existe la violencia sexual parental, en la que el agresor utiliza la seducción o las amenazas para conseguir su objetivo, dejando marcas inconmensurables en la vida de la persona agredida.

Nuestro hogar es el lugar donde debemos sentir seguridad, apoyo y comodidad, y cuando sintamos que no es seguro debemos buscar ayuda. Nunca te quedes callado, busca apoyo a través de instituciones de confianza, amigos, vecinos y otros familiares en los que confíes. Si conoces a alguien que esté pasando por esta situación, ofrécele ayuda y contacta también con los organismos encargados de proteger a la persona. Nunca te quedes callado, porque hay que responsabilizar al agresor y tratar a la víctima.