Si lo buscamos en el diccionario, prejuicio es una opinión o pensamiento sobre algo o alguien, sin el debido conocimiento o fundamento. Pero sabemos que va mucho más allá, porque el prejuicio es una saga de intolerancia, odio, segregación y discriminación. Su causa es la ignorancia, porque revela que la persona que prejuzga tiene una falta de conocimiento y tolerancia muy elevada y que puede influir en otras personas como ella para que piensen y actúen de la misma manera hacia otras personas o grupos sociales. Este tipo de posicionamiento sigue muy presente en todo el mundo, afectando y destruyendo gran parte de la sociedad global.

Pero, ¿cuáles son los tipos de prejuicios más comunes?

• Machismo: creencia de que los hombres son superiores a las mujeres, que las mujeres son el sexo débil y deben someterse a ellos.
• Racismo: creer que unas razas son superiores a otras, es muy común que se practique contra negros y morenos. Sigue habiendo muchos prejuicios de este tipo, pero suelen ser velados y pocas personas admiten tenerlos.
  La lucha contra ellos mediante políticas sociales en diversos sectores de la sociedad es cada vez mayor.
• Estatus social: un sentimiento de superioridad, en el que los que están mejor económicamente se creen superiores a los que no lo están. Los prejuicios también existen en sentido contrario, cuando los menos acomodados juzgan a los más acomodados como esnobs.
• Xenofobia: odio o aversión a lo diferente. Discrimina a las personas de origen o cultura diferente.
• Prejuicios religiosos: atacan, persiguen e insultan a las personas que predican y siguen religiones diferentes a la suya.
• Prejuicios culturales: no aceptan las creencias y costumbres de un pueblo, por ejemplo el hindú, que no come carne de vacuno porque considera a la vaca un animal sagrado.
• Prejuicios contra los discapacitados: estos prejuicios abarcan no sólo la discriminación de los discapacitados físicos o mentales, sino también un enfoque más humano por parte de los gobernantes para apoyar y ofrecer condiciones adecuadas, como el fácil acceso de los discapacitados físicos a los entornos sociales, la preparación de las escuelas para acoger mejor a los alumnos con síndrome de Down y autismo, porque la inclusión es la mejor manera de reducir la discriminación.
• Prejuicio de apariencia: cuando la apariencia es más importante que la competencia, la dignidad, etc. Solo se fijan en la condición física de la persona, si está gorda o delgada, si es alta o baja, si tiene un tatuaje o no, en fin, cualquier otra característica que la persona prejuiciosa considere fuera de su estándar.
• Homobofia: prejuicios contra los ciudadanos LGBTSQIA+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Queer, Intersexuales, Asexuales e Identidades No Binarias)
  

Debemos darnos cuenta de que el prejuicio es una posición destructiva para toda la humanidad, no aporta nada a nuestra evolución. Tenemos que examinar más de cerca y mejor este tipo de enfermedad, que es el prejuicio, para que deje de existir en cualquier lugar de este planeta. Todos somos una raza, la raza humana, y cuando hay una separación de valores, sólo disminuye lo que somos. La mejor manera de acabar o reducir los prejuicios es conocer mejor los temas y a las personas y darse cuenta de que somos iguales.

¡No a los prejuicios!