Es muy normal querer estar siempre bien físicamente, con un aspecto bonito y agradable y para ello necesitamos cuidarnos, como practicar actividad física, comer bien, siempre que sea posible hacernos un chequeo médico para saber cómo va nuestra salud  y también cuidados estéticos si lo deseamos.

La vanidad extrema puede ser señal de un problema emocional que hay que diagnosticar y tratar.

Hay casos en los que la gente busca lo que para ellos es el "cuerpo perfecto", siempre quieren mantenerse jóvenes y por eso buscan procedimientos estéticos e incluso quirúrgicos para conseguir lo que tanto desean, que es la juventud.

En muchos casos las personas no están contentas con su propio cuerpo e incluso pasan horas sin comer, faltando al respeto a la necesidad del cuerpo de nutrirse, y cuando dejan que esto ocurra no se dan cuenta de que se están haciendo mucho daño, porque están maltratando a todo su organismo, perjudicando su salud.

Los procedimientos estéticos e incluso quirúrgicos son otra actitud que hay que controlar, porque no está mal cuidarse, a veces necesitamos corregir algo que nos molesta mucho en nuestro cuerpo, es muy natural que esto suceda, pero sabiendo que hay un límite que cuando se sobrepasa se vuelve perjudicial para nuestra mente y cuerpo.

Tenemos que darnos cuenta de que nuestro cuerpo pasa por etapas naturales y hay que respetarlo.

Cuando convertimos la vanidad en una actitud viciosa, resulta perjudicial para nuestra salud.

Mucho se ha hablado de la vanidad extrema, una búsqueda sin límites de la belleza, que en muchos casos puede convertirse en una obsesión que enferma a la persona que padece este trastorno porque no se acepta tal y como es y siempre piensa que tiene que cambiar algo de su cuerpo para que sea perfecto.

En la sociedad actual, vivimos en el "culto al cuerpo" y nos olvidamos de la mente, que hay que tratar para que pueda llevar una vida sana.

Cuídate, pero no te excedas.