Nuestra vida es como una obra de teatro en la que somos el personaje principal, buscamos la felicidad y el éxito, pero a menudo olvidamos que el verdadero sentido de nuestra vida es ser "plenos".

¿Qué es ser plenos?
Estar completos, llenos de amor, lealtad, caridad, entrega, un estado de felicidad plena.

Somos un ser entre una multitud, tenemos nuestras propias características y caminamos por senderos elegidos por nosotros mismos y cuando buscamos una vida plena, tenemos que vivir cada momento de nuestra vida al máximo, sin preocuparnos por el pasado o ansiosos por el futuro. Debemos disfrutar de todo lo que es bueno para nosotros   "ahora", porque todas las cosas pasarán rápidamente.

Pero con el ajetreo de nuestras vidas, ¿cómo podemos aprovechar al máximo las situaciones positivas? En primer lugar, saber que todo lo que vivimos tiene una razón y un sentido, algo hicimos para llegar hasta aquí, así que si surgen situaciones conflictivas, intentar resolverlas, y si surgen situaciones de felicidad, intentar vivirlas de la mejor manera posible, disfrutando de cada momento. Para poder experimentar plenamente nuestras vidas, tenemos que cuidar nuestra mente y nuestro cuerpo, para estar bien, y saber aprovechar al máximo todo el tiempo que tenemos aquí para vivir con calidad de vida.

Pero, ¿cómo saber qué es bueno para ti?

• Apasiónate por lo que haces;
• Averigua qué te hace feliz e intenta hacerlo cada día;
• Evita que tu felicidad dependa de lo que aún no tienes, aprovecha al máximo lo que sí tienes;
• Comprenda que es mucho más agradable caminar que llegar;
• Despréndete de la materia como principal fuente de felicidad y todo fluirá con mayor naturalidad;
• No te aísles, relaciónate con otras personas, intercambia conocimientos y experiencias vitales;
• Sé agradecido por todo, porque la gratitud es un sentimiento tan positivo que sólo te abrirá espacio para encontrar la verdadera plenitud en tu existencia aquí;

Son actitudes y formas de pensar que nos conducen a una vida plena y feliz.